miércoles, 26 de diciembre de 2012

¡Hay que ilegalizar al PCV!


Edgar Meléndez (*)

BATALLA DE LAS IDEAS
Hay un buen número de personas que apoyan al proceso bolivariano que no solo desean sino que están a punto de exigir la ilegalización del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el exilio para sus dirigentes y buena parte de sus militantes, de hecho, ya hay quienes nos han “expulsado” de la revolución y han jurado públicamente “venganza revolucionaria” para nuestras “traiciones”.
Lo anterior, que no es más que una nueva manifestación de la política betancuriana  que ya se ha expresado otras veces en estos años contra el PCV pudiese parecer contradictorio en el marco de un proceso revolucionario si solo evaluamos su superficie y no llegamos a comprender que el mismo tiene como característica, entre otras, el contar con el apoyo de diversas clases y capas sociales cada una de las cuales se expresa y actúa según sus intereses y su ideología, entendiendo en este caso ideología como concepción del mundo y no como la acepción clásica marxista de “falsa conciencia”.


A este proceso, que los comunistas insistimos en caracterizar como un proceso nacional liberador con posibilidad de avanzar a una fase más profunda de liberación si cumple con algunas premisas, lo acompañan sectores de izquierda comprometidos con el socialismo desde su definición científica, sectores reformistas, sectores de centro derecha y sectores derechistas empresariales y en esa maraña amplia, aglutinada por el liderazgo del presidente Chávez y sustentada en el interés compartido desde concepciones diversas (aunque ya aquí también hay deslindes) del antiimperialismo, se viene imponiendo como dirección una capa conformada principalmente por burócratas del Estado que imponen un ritmo ya no solo conservador al proceso sino hasta reaccionario en la preservación de sus espacios de poder político y económico que no les permitirá jamás combatir al enemigo histórico a quienes vienen de la izquierda y se han “institucionalizado” y le reafirma su posición pequeño burguesa a los que ya “andaban en eso” antes de 1.998.
El proceso debe dirigir al gobierno y no al revés como actualmente está sucediendo.
Las anteriores consideraciones no les gustan a los oportunistas y juegan con ella diciendo que es contra el líder para así confundir a buena parte de las masas y avanzar en el camino del convencimiento colectivo que en Venezuela el problema no es el Estado capitalista que aun existe como reflejo de las relaciones de producción capitalistas intactas, ni la oposición apátrida, ni la falta de un sindicalismo clasista coherente, ni la corrupción; nada de eso: el problema es que este proceso ha sido muy “benevolente” con el PCV ya es hora que corrija esa “falla estructural” para que sanen todos los demás problemas.
Esta  posición se ha manifestado desde hace mucho tiempo, y cada vez toma más fuerza, en todas las oportunidades que el PCV en ejercicio no solo de su autonomía política y orgánica, sino fundamentalmente en cumplimiento de su responsabilidad revolucionaria, ha señalado fallas, errores y debilidades (desde nuestra concepción obviamente) que solo en poquísimos casos se han escuchado y se han tenido que señalar a través de espacios públicos por no existir canales reales de comunicación, debate y disertación política con las fuerzas aliadas especialmente con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En el marco de una acción política todos los actores tienen razones para las decisores que toman y ejecutan, no todas serán erradas y no todas serán acertadas, lo que sí es cierto es que a los comunistas no tiene porque gustarnos, y por tanto no podemos apoyar, por ejemplo que la impecable, efectiva y eficaz política internacional antiimperialista y bolivariana de nuestro gobierno se haya visto manchada por la entrega de un compañero combatiente bolivariano colombiano al Estado que lo persigue, como tampoco nos gusta que Julián Conrado esté preso, como tampoco nos gustó que en algún momento haya existido posibilidad de que este gobierno de reconocida acción social asomara la posibilidad de aumentar el impuesto más regresivo y neoliberal como es el IVA, como tampoco nos gusta que haya campesinos asesinados de manera impune por terratenientes, como tampoco nos gusta que haya luchadores sindicales clasistas perseguidos y sindicaleros mafiosos sin posibilidad de que nadie los señale, como tampoco nos gusta que se convoque al pueblo a asumir su corresponsabilidad en la gestión pública pero el que denuncia sabe que le irá mal, como tampoco nos gusta que a 14 años y con serios peligros acechándonos se niegue la posibilidad y la necesidad de surgimiento de una dirección colectiva con el chantaje que eso es desconocer el liderazgo del Presidente, como tampoco nos gusta que la banca no haya sido nacionalizada, como no nos gusta que el Control Obrero de la Producción sea solo una palabra y no una realidad, como no nos gusta que muchos gobernadores hablen mucho de Poder Popular pero en la practica ni comprendan ni mencionen el fondo del problema (creo de verdad que es más porque no lo comprenden), como no nos gusta que se nos convoque a “amplios debates” donde debemos decir solo lo que algunos quieren escuchar, como tampoco nos gusta, ni humana ni políticamente, que el Presidente esté enfermo.
Claro está que a los comunistas no solo hay cosas que no nos gustan, hay un montón de cosas que nos gustan del proceso que los venezolanos nos hemos dado como nueva etapa cualitativa del largo proceso revolucionario nacional y que son el sustento de nuestro consuetudinario y decidido apoyo al presidente, al proceso en sí y al gobierno bolivariano, apoyo comprobado en momentos álgidos como el golpe plutocrático de 2002 que puso en riesgo la vida del líder mientras otros se ponían a la orden de los verdugos; de verdad que es una lástima que el avance del oportunismo no permita hacer una seria y pública reflexión de estas cosas y hoy los héroes sean los renunciantes y los “traidores” los que defendieron en la calle en riesgo de su vida al proceso en aquel día.
Yo no tengo duda, desde hace mucho, que a cierta parte de la dirigencia del proceso ni le gusta ni le conviene un PCV autónomo, critico y propositivo, aquí se nos está exigiendo sumisión o nada y muchos hechos lo reafirman, el último: no bastó que apoyáramos 19 candidaturas del PSUV  a gobernaciones de las cuales nos enteramos por televisión y el PCV decidió su apoyo en esos 19 casos por su alta condición política de compromiso revolucionario y solo en 4 estados lanzáramos candidaturas alternas, ninguna de militantes del PCV  como expresión no de descontento sino de imposibilidad política por coherencia revolucionaria de apoyar candidaturas que representan, por distintas cuestiones concretas, desviaciones que enfrentamos y que a “grosso modo” enumeramos unos párrafos más arriba.
El caso más dramático es el estado Bolívar, donde años de denuncia política de las desviaciones que sufre el proceso, de la persecución al movimiento sindical clasista, de la asociación perniciosa con transnacionales que operan en las empresas básicas desangrando a Guayana en contravía del desarrollo endógeno, de prácticas no correspondientes con la dinámica revolucionaria de la critica y autocrítica desde la gestión de la gobernación, de la practica del exterminio moral a quienes, desde la perspectiva revolucionaria, lancen una queja o critica por real que fuere; por ejemplo podemos afirmar que en Bolívar existen programas radiales “revolucionarios” donde públicamente se llama “bastardo”, “recoge lata”, “loquito”, “lambucio”, al Secretario General regional de nuestra organización (por solo mencionar un ejemplo porque la lista de agresiones radiales diarias son innumerables), en este estado se han ejecutado persecuciones laborales como el caso de trabajadores de HidroBolívar, o contra el propio militante del PCV y exalcalde del Municipio Piar (Upata) Francisco Contreras y se han realizado, para los que dicen que esto solo se dijo en las elecciones, una larga lista de marchas, remitidos, congresos, eventos para debatir y denunciar todo esto y donde se ha invitado (la casi totalidad no ha asistido) a dirigentes nacionales del PSUV y otros partidos aliados y Movimientos Sociales para crear espacios de encuentro y articulación de todos los factores revolucionarios pero esto no ha servido de nada y el resultado electoral del pasado domingo, que no es más que reflejo de esta cruda realidad regional, lejos de servir de catalizador del encuentro y del reconocimiento pareciera que se está pretendiendo utilizar para negar lo que ya es más que evidente y seguir de esta forma empeñados en cerrar todas las puertas que deben abrirse para escuchar y reconocer la critica porque solo escuchando a todos los actores, como el PCV y las bases del PSUV descontentas, se podrá transformar esta difícil situación en una situación favorable en al proceso bolivariano; hasta ahora, algunos siguen anclados en la vieja costumbre, ya sabes, como siempre, la culpa la tienen los comunistas.
Esta dura y compleja realidad bolivarense , requiere un análisis detallado que debe partir por el reconocimiento que el surgimiento de tres (sí 3), candidaturas distintas a la propuesta por el PSUV en la región no es ningún caso resultado de transacciones oscuras con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ni caprichos de nadie sino efecto de una causa que lleva años apareciendo por todas partes y que “nadie” ha querido ver; de tal manera que todos debemos estar prestos a asumir las responsabilidades a que hubiere lugar, pero de plano debe rechazarse, sea cual sea la posición personal, que el gobernador y la dirigencia del PSUV en Bolívar son absolutamente inocentes y están sin responsabilidad alguna sobre esta delicada situación, esta irresponsabilidad no hará más que agravar los problemas.
Yo ya he asimilado que hay personas que por su anticomunismo su única política se trata de esperar que hace el PCV para salir a criticarlo, advierto que para ellos no va este artículo, a esos “ni los ignoramos”, como tampoco va para los oportunistas y mucho menos para los “revolucionarios” que nos llegaron de las escuelas del cabillerismo adeco ni para los practicantes fundamentalistas de esa nueva y lucrativa doctrina del “adulerismo” que está haciendo mucho daño porque toda revolución seria necesita de la critica, de la adecuación permanente de fallas y debilidades y eso nos lo enseña, con dolorosos ejemplos, la historia revolucionaria.
En Bolívar, donde están sucediendo cosas inadmisibles e injustificables para los revolucionarios, la “oda” a la irresponsabilidad política “hace creer” al resto del país que en este estratégico estado todo era bello, tranquilo y armonioso hasta que los “infiltrados” del PCV decidimos tener candidato propio y nos lanzamos en decidido plan desestabilizador contra el proceso bolivariano. Además quienes dicen esto y quienes lo creen olvidan que en Bolívar desde el propio 2004 hemos marcado distancia con decisiones del Movimiento V República (MVR) - PSUV en distintos aspectos políticos-electorales incluyendo candidaturas a alcaldías, gobernación, etc.
Lo anterior pretende, cada vez con menos éxito, invisibilizar las advertencias que en reiteradas oportunidades el PCV y muchísimos sectores y grupos consecuentes del Movimiento Popular y Revolucionario de Bolívar han hecho sobre descaradas desviaciones que aquí vienen ocurriendo; por ejemplo, alguien debe responsabilizarse por el desastre sindical que comete la principal corriente laboral del PSUV en Guayana, dónde gracias a ello el proceso ha perdido frente a la derecha muchas elecciones sindicales como en Alcasa y Ferrominera (por solo nombrar dos); otro ejemplo el pasado 7 de Octubre fue evidente la significativa y alarmante merma de votación a favor del proceso bolivariano en todo el estado (podríamos hablar también de la renuencia, apatía y falta de despliegue de una campaña electoral como lo ameritaba la elección presidencial por parte de los dirigentes más altos del PSUV despliegue que si fue descaradamente evidente durante la campaña regional), se pretende invisibilizar también nuestras denuncias sobre un sostenido, agresivo y antipatriota plan de desestabilización permanente por parte de brazos sindicales del PSUV y cercanos a la gestión del gobernador contra las empresas básicas toda vez que el Presidente Chávez asumió en el año 2.009 una correctísima línea de trabajo junto a los trabajadores para la transformación del modelo productivo y gestionario de estas industrias (y como siempre no se recibió respuesta alguna a estas denuncias) y así podríamos anexar una larga lista de acciones grandes y pequeñas que el pueblo organizado, las bases del PSUV, el PCV y corrientes clasistas han desarrollado advirtiendo lo que ya no es posible callar: “en Bolívar las cosas no están bien porque no se están haciendo bien las cosas”.
En el cenit de estos distanciamientos políticos a lo interno del proceso, propios y extraños mantuvimos la esperanza de que el nuevo proceso electoral sirviese para oxigenar al proceso presentando como candidato o candidata a gobernador (a) a un nuevo actor (hombre o mujer) que además abriera las puertas al encuentro de las fuerzas patriotas en la entidad; pero la esperanza duró poco: el gobernador iría a la competencia por la reelección y eso, lo sabíamos, profundizaría nuevamente los desencuentros y reavivaría los distanciamientos cada día más marcados entre los factores del proceso.
La campaña fue, por parte del candidato a la reelección, un despliegue realmente grosero de recursos propagandísticos, que señalan un gasto mil millonario que en nada tiene que ver con la profunda transformación que vive la política venezolana y eso también lo cuestionamos; porque aún en el marco clásico de las elecciones burguesas los revolucionarios estamos obligados a hacer de las campañas un hecho didáctico con mucho debate de ideas y de propuestas de las líneas de acción para el avance de la transformación y no una lucrativa reproducción de esquemas que no se parecen a los que decimos que impulsamos; además, que sirvió la campaña para profundizar las acciones intimidatorias de los grupos fundamentalistas que pretenden con sus mentiras y ofensas públicas invisibilizar y destruir al Movimiento Popular y Revolucionario de Bolívar.
Una vez hecha la elección, con los conocidos resultados, creo que va mucho más allá de la insensatez el negar que las bases políticas del proceso están resentidas en Bolívar con una gestión que en lo personal me parece que ha hecho poco en relación a la solución concreta de problemas de la gente pero que ese no es el problema de fondo planteado aquí, porque toda revolución debe ser eficaz y eficiente en gestión de gobierno pero no toda gestión de gobierno, por muy eficaz que sea, es necesariamente revolucionaria; así que, en Bolívar la votación revolucionaria contra el gobernador no es por un tema solo de “gestión”, es un problema eminente y profundamente político.
En los próximos días realizaré un artículo de humilde análisis de los resultados electorales en Bolívar para derrumbar algunos mitos perniciosos; sin embargo, advierto que hay muchos “mitos” que ya no solamente se destruyen con análisis políticos sino con una simple revisión de los resultados de las elecciones en la página web del CNE.
Por cierto, hablando del CNE, debe quedar claro que ningún militante del PCV se ha pronunciado en el sentido de un fraude electoral en Bolívar, sencillamente, y lo digo con propiedad, el PCV no tiene ni un solo elemento que nos haga dudar sobre la transparencia del proceso electoral y que de tenerla nos obligaría por mínima ética y responsabilidad a hablar de ello y de allí que no es al CNE a quien el PCV está cuestionando; el PCV está cuestionando a la ejecutoria política de la gobernación de Bolívar, a las actuaciones políticas del gobernador y de sus más cercanos colaboradores.
Hemos hechos llamados sin eco alguno para el encuentro fraterno, de altura y respeto a todos los factores de la alianza, hemos respetado sus posiciones políticas porque la autonomía es una condición bidireccional, jamás hemos sometido al escarnio público a nadie por mantener opiniones distintas a nuestras líneas de acción política, cuestión valedera y que incluso nos ha permitido muchas veces revisar decisiones erradas; por lo tanto, en aras del bien del proceso llamamos urgentemente a que en Bolívar se atienda la situación política de la cual los resultados electorales son apenas una nueva muestra, quizá la menos grave de fondo, para intentar la recomposición de la fuerza y la rectificación de una gestión que no cumple, más allá de las vallas publicitarias, con las premisas fundamentales de la revolución y que por tanto no sirve a la concreción de necesarias metas tácticas útiles al proceso y eso ya es una verdad ineludible.
Lo peor de todo es la burla a la inteligencia de las 30 mil personas que votaron en la tarjeta del PCV en Bolívar, esas personas que apoyan a Chávez no votaron ni engañados, ni hipnotizados ni son traidores, son ciudadanos que interesados en hacer verdad las premisas de la revolución en nuestro estado Bolívar levantaron su voz de protesta votando por una opción revolucionaria que ha demostrado en la práctica, con aciertos y errores, coherencia total con los objetivos del proceso.
Por último, debido a la acción de quienes han hecho del fomentar odios su forma de “ganarse el pan”, quiero aclarar que en el año 2010, por decisión de mi organización política fui candidato en la alianza con el PSUV a la Asamblea Nacional, esa campaña me permitió compartir en diferentes oportunidades con el gobernador del estado quien se desempeñó como responsable de dicha campaña, en esos momentos, y a pesar de las diferencias políticas, mantuvimos conversiones cordiales y muy respetuosas sobre la necesidad de mejorar los niveles de comunicación entre nuestras organizaciones políticas, cuestión que lamento jamás se haya concretado;  lo que quiero decir es que, ni en mi persona ni en nadie del PCV existen problemas personales ni contra el gobernador, ni contra ningún adversario, son problemas que pertenecen a la esfera de lo político y que tienen mucho que ver con diferencias de los intereses de clase que se defienden en la practica pero jamás con sentimientos de rechazo personal hacia nadie en particular.
Igualmente puedo referirme en el mejor de los términos de Manuel Arciniega con quien también he mantenido relaciones políticas de mucho respeto y de quien me consta su preocupación por el estudio y por el conocimiento además de un bagaje de experiencias en la acción concreta revolucionaria.
Una semana antes del inicio de la campaña regional para las elecciones del pasado domingo me correspondió junto al Camarada Oscar Figuera hacer público, en rueda de prensa, la intención total del PCV de avanzar en unidad con todas las fuerzas políticas del proceso, y el retiro de nuestra candidatura en Bolívar, con la única exigencia de cambiar al candidato y gobernador por otro u otra surgido de las filas del PSUV y poner de manera rápida coto a la fractura electoral que existía en torno al Gobernador Rangel; nuevamente la respuesta fue el silencio.
Los resultados están allí, esperemos que todos, todos que somos todos como dijo Benedetti, logremos sacar las mejores conclusiones de ellos para que el proceso bolivariano pueda profundizarse lo cual pasa por negar el anticomunismo visceral de algunos y silenciar las voces que están pidiendo entre líneas o abiertamente persecución al PCV.
La revisión debe ser integral y el PCV la ha hecho, la hace y la seguirá haciendo.
Antes de ilegalizar al PCV ilegalicemos al sectarismo, a la falta de debate y construcción colectiva, a la negación y persecución a la crítica, quizá al final ni tengan que ilegalizarnos.
(*) Militante del PCV
@edgarmelendez79

jueves, 20 de diciembre de 2012

Capitalismo verdeamarelho: La hegemonía brasileña en el Mercosur


Juan C. Villegas P.
Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)-ALEM

 Mercosur: Una creación de la burguesía brasileña

En un artículo anterior[i] se hizo referencia al hecho de que el Mercosur representa al igual que otras modalidades de integración económica, una estrategia adoptada por las burguesías nacionales para expandir sus mercados más allá de sus fronteras nacionales y con ello obtener ventajas derivadas del aprovechamiento de las economías de escala generadas a partir de la existencia de un mayor mercado, con potencialidades para la colocación de una cantidad también mayor de mercancías. En ese sentido, la iniciativa para la conformación del Mercado Común Suramericano a principios de la década de 1.990,  fue impulsada por las burguesías de los países suramericanos con economías más grandes a saber: Argentina y Brasil.

Ahora bien, esta última nación es la que precisamente representa  no solo la economía de mayor tamaño dentro del bloque regional, sino que a su vez, es la que se erige en la actualidad como una de las “economías emergentes” a escala mundial. Además de ello,  la burguesía de ese país tiene la clara visión de convertirlo en la potencia hegemónica del continente suramericano y no solo en lo que se refiere al aspecto futbolístico. De allí que el proceso de expansión económica y la acumulación de capital implícita, conlleva necesariamente a que los capitales brasileños tengan cada vez mayor presencia e influencia a nivel mundial, y en primera instancia, a nivel suramericano. Todo ello apunta a que Mercosur haya sido concebido como un mecanismo para la expansión del capital brasileño y sus socios foráneos, dentro de lo que para la burguesía brasileña es “su zona natural de influencia.”

Cuando el mercado nacional no es suficiente

Este proceso expansionista al cual  algunos autores llaman “internacionalización de las empresas brasileñas”[ii]  toma impulso a partir de la última década del siglo XX en un contexto de liberalización del comercio mundial, y precisamente es en ésta década cuando  la constitución del Mercosur, en palabras deDa Silva,[iii] “funcionó como un nuevo determinante para el establecimiento de las empresas brasileñas en el exterior, preferentemente vía asociación con empresas locales o adquisición parcial o total de capacidad productiva ya existente” Así, lo que en un principio se muestra como la expansión comercial  de empresas de origen brasileño, pasa mediante un desplazamiento de competidores locales más pequeños,  a una fase de acumulación de capital real fijo, lo que amplía aún más las capacidades productivas y de distribución  de dichas empresas.

Desde el punto de vista sectorial, donde existe una presencia internacional importante de capitales brasileños es en lo que se refiere a actividades como extracción de hidrocarburos, petroquímica, minería, textiles, metalurgia, siderurgia, alimentos, bebidas y autopartes. Y desde el punto de su localización, las empresas brasileñas tienen presencia en Estados Unidos de América (EUA), Canadá, la Unión Europea (UE) y como es “natural” en sus naciones vecinas (Brasil limita con 10 países en Suramérica).

Un dato interesante se puede extraer del ranking realizado en 2.011 por la revista América Economía[iv] de las empresas más grandes de América Latina. Dicho ranking abarca 500 empresas evaluando indicadores como: valor de las ventas, utilidad neta,  activos totales y patrimonio. Entre las principales 50 empresas consideradas, se encuentran 11 empresas mexicanas, 3 argentinas, 5 chilenas, 1 colombiana, 1 venezolana (PDVSA) y 29 empresas brasileñas, es decir, más de las mitadUna proporción similar favorable a la burguesía brasileña se puede observar en la totalidad del ranking de 500.

El desplazamiento de capitales más pequeños

Ya en un contexto más específico, si se focaliza el análisis en el marco del Mercosur, tenemos que según lo afirmado por Raúl Zibechi[v], en el Uruguay, el capital brasileño adquirió varias empresas del ramo frigorífico, al punto de que una sola empresa brasileña acapara el 30% de la producción cárnica y en total, el capital brasileño controla el 43% de las exportaciones de ese rubro, el cual es el principal producto de exportación de la República Oriental. Otro dato muy ilustrativo es el que indica el mencionado autor  cuando afirma que “de las diez principales empresas exportadoras del Uruguay, cinco son brasileñas, una arrocera y cuatro frigoríficos;”. Por otra parte, Petrobrás controla 89 estaciones de servicio en el mencionado país, con lo cual pasó a dominar el 22% del mercado uruguayo de combustibles.

En Paraguay el capital brasileño se expande mediante la compra masiva de grandes extensiones de tierra destinadas a la producción de soya y a la actividad ganadera. Dicha situación ha llevado a afirmar al investigador Marcos Glauser[vi] “que casi 5.000.000 de hectáreas están en manos de brasileños”. Al igual de lo que sucede con la carne uruguaya, la soya es el principal rubro de exportación del Paraguay (uno de los principales productores a nivel mundial) y de nuevo, una parte importante de dicha producción es controlada por el capital brasileño.   

En la Argentina, la presencia de las transnacionales brasileñas abarca sectores estratégicos para la  economía de ese país, como es el caso de la explotación de hidrocarburos en la cual Petrobrás se convirtió en el principal inversionista extranjero durante el año 2.006, al llegar a la cifra de 3.000 millones de dólares. Asimismo, la empresa Camargo Correa controla el 46% de la industria cementera argentina, la multinacional Ambev es propietaria de Quilmes, la principal empresa cervecera de ese país, Friboi compró Swift, con la cual la multinacional brasileña se consolida como la mayor empresa frigorífica a nivel mundial, el 97% del mercado argentino del acero es de propiedad. Así, la presencia del capital proveniente de Brasil se hace presente en otras actividades como: materiales de construcción,  comercio, construcción, banca, automotriz, autopartes, petroquímica, etc.    

En Venezuela, la tendencia general ha sido el decrecimiento de las inversiones de capital proveniente de Brasil, sin embargo,  es muy relevante la actividad de la empresa Odebrecht, dedicada a la construcción de grandes obras de infraestructura y a la ejecución de proyectos de desarrollo rural que han sido contratados por el gobierno venezolano De igual modo, es relevante la compra de aviones a la empresa Embraer, para ampliar la flota de la aerolínea estatal Conviasa. La entrada plena de este país al Mercosur posibilita la presencia más activa y cada vez más creciente de empresas brasileñas, lo cual puede manifestarse en primera instancia, mediante la entrada de productos provenientes de ese país, lo que generará dificultades a las ya ineficientes empresas venezolanas de adaptarse a la competencia proveniente de empresas con mayores niveles de productividad y con niveles aún mayores de capitalización. El resultado a la larga puede ser el desplazamiento de los  poquísimos capitales locales que se dedican a actividades de manufactura, con lo cual, sería ilusorio pensar que el capital brasileño se detendrá ante la posibilidad de controlar sectores estratégicos de la economía venezolana.

Una evidencia de la capacidad del capital brasileño de internacionalizarse se puede obtener si se revisan datos también  publicados por la revista América Economía[vii]  en donde se detallan las inversiones realizada por empresas de Brasil en el extranjero durante el año 2.009. Estos datos revelan que durante ese año, la inversión foránea de empresas Brasileñas ascendió a 87.148 millones de Dólares de EUA, cifra muy significativa si se tiene en cuenta el tamaño de las economías del resto de las naciones del Mercosur. Si se considera el mismo año de referencia, se evidencia con base a cifras publicadas por la CEPAL[viii]  que el monto de la inversión mencionado, es equivalente al 28% del PIB de Argentina, el 26% del PIB de Venezuela, casi 3 veces el PIB del Uruguay y más de 6 veces el PIB del Paraguay. Adicionalmente, la referida  publicación revela que estas empresas obtuvieron durante el mismo periodo un total de 61.000 millones de dólares en ingresos por ventas y emplearon un total de 179.000 trabajadores en el extranjero. A continuación se presenta el monto invertido por las 15 principales empresas con inversiones en el extranjero durante 2.009, así como la actividad económica que realizan.
Inversión brasileña en el extranjero en 2.009 (millones de Dólares de EUA.)
     Imágenes integradas 1
Tomado de la revista América Economía (2.010)

Otra forma de medir dicha internacionalización es a través del porcentaje de trabajadores que cada empresa tiene en el extranjero, así como  el porcentaje de ingresos que son generados fuera de Brasil, tales datos, que corresponden al año 2.011 se muestran en el cuadro siguiente:
   Internacionalización de las multinacionales brasileñas (20 principales en 2.011) 
Empresa
Sector
Empleos en el  exterior (%)
Ingresos ext. (%)
JBS –Fribol
Alimentos
61,7
77,4
Gerdau
Metalurgia
45,3
52,0
Odebrecht
Construcción
45.0
51,8
Metalfrio
Electrónica
47,4
40,0
Ibope
Servicios
55,2
29,7
Andrade Gutierrez
Construcción
44.7
33,3
Coteminas
Minerales
21,9
88,5
Vale
Minerales
20,8
56,6
Marfrig
Alimentos
37,2
39,0
Ambev
Alimentos
28,5
32,0
Stefanini
Información
37.0
35.7
SABÒ
Vehículos
26,0
29,8
Marcopolo
Vehículos
26,0
29,8
Weg
Mecánica
16,0
39,2
Embraer
Vehículos
5,0
34,9
Magnesita
Alimentos
17,0
29.2
Artecola
Química
20,6
17,7
Camargo Correa
Conglomerado
17,0
17,3
Votorantim
Conglomerado
11,6
21,1
Remi
Mecánica
13,1
6,5
  Tomado de Zibechi (2.012)
                         
Los datos mostrados anteriormente parecen indicar, el carácter transnacional del capital brasileño y el dominio cada vez mayor de actividades económicas en los países integrantes no solo del Mercosur sino del resto del ámbito suramericano.  Plantear esta situación en ningún caso debe entenderse como chovinismo  antibrasileño, simplemente es un ejemplo más de cómo dentro de la dinámica capitalista, los capitales grandes y más eficientes terminan desplazando a los capitales más pequeños, acentuando con ello el proceso de concentración y acumulación de capital. Es por ello que, una vez más se demuestra que así como los capitales no conocen de nacionalidades, las luchas del proletariado deben ser planteadas desde una perspectiva de clase con carácter internacionalista.
Por otra parte, afirmar que los capitalistas brasileños son “preferibles” que los norteamericanos o europeos, solamente revela la miopía del reformismo nacionalista, obviando el hecho de que (en palabras de Lenin) “el imperialismo es la fase superior del capitalismo” no importa cuál sea su origen geográfico. Por ello, la importancia de que la clase obrera de todo el continente esté en conocimiento de las pretensiones expansionistas y hegemónicas de la burguesía brasileña en la región, y que en particular la clase obrera del Brasil debe plantearse definitivamente la toma del poder político en esa nación, distanciándose de la dirigencia reformista que ostenta el poder político actualmente y potenciando la revolución socialista a escala continental.    
      
Juan C. Villegas P.                       jcvillegasp@gmail.com                   Caracas 20/12/ 2012
Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)- ALEM


[i] Villegas, Juan, El ingreso de Venezuela a MERCOSUR, historia, riesgos y perspectivas. Disponible enhttp://www.kaosenlared.net/america-latina/item/29559-el-ingreso-de-venezuela-a-mercosur-historia-riegos-y-perspectivas.html?tmpl=component&print=1
[ii] Ver Carlos Bianco, Pablo Moldovan y Fernando Porta, “La Internacionalización de las empresas brasileñas en Argentina”, Santiago , CEPAL, 2008, disponible en http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/8/32388/DocW22.pdf 
[iii] Da Silva, M. (2003), “A inserção internacional das grandes empresas nacionais” citado por Bianco et al (2008)
[v] Zibechi, Raúl, Brasil Potencia. Entre la integración regional y un nuevo imperialismo, Bogotá. Ediciones Desde Abajo, 2012.   
[vi] Glauser, Marcos, Extranjerización del territorio paraguayo, Asunción BASE-IS, 2009. Citado por Zibechi (2012) 
[vii]  Revista América Economía, “La apuesta de las empresas de Brasil por invertir en el exterior” edicion digital del 17/12/2010 disponible en:   http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/la-apuesta-de-las-empresas-de-brasil-por-invertir-en-el-exterior
[viii] Comisión Económica Para América Latina, Anuario Estadístico 2.011, Disponible en su portal web: http://websie.eclac.cl/anuario_estadistico/anuario_2011/



domingo, 11 de noviembre de 2012

China ratifica rumbo, recambia líderes y planifica a largo plazo


Hasta el 14 de noviembre deliberará el congreso de los comunistas chinos. Cuando otros gobiernos planifican para la semana siguiente, aquellos siguen con su buena costumbre de sus planes quinquenales. Y socialistas.
En la otra punta del planeta, en la China de 1.360 millones de personas, comenzaba el XVIII Congreso del Partido Comunista fundado en 1921 por medio centenar de militantes. Ahora son 82 millones de afiliados.
Se sabe que los chinos son metódicos, laboriosos y organizados. Hacen sus congresos cada cinco años y trazan planes quinquenales para llevarlos al gobierno. Quinquenales. Debe ser una de las cosas que heredaron de la URSS de José Stalin, "amigo del pueblo chino", como escribió Mao Zedong en 1939.
Esa forma de planificar contrasta con las características de improvisación de "Occidente" pero también con las políticas del capitalismo, donde la "mano" bien visible del mercado es la que más manda. La otra "mano" es la de las crisis, que en ese sistema vienen cada vez más seguido y se van mucho más tarde, alterando la programación previa que las autoridades del signo dólar, euro, libra, yen, etcétera.
No es que su moneda, el yuan, esté libre de problemas, ni que su economía esté completamente blindada. Tampoco es que los chinos no prestan atención a los giros bruscos de la realidad. De hecho en este evento van a discutir mucho sobre cómo se relacionan sus planes de duplicar el Producto Bruto Interno y el Producto per cápita para 2020, en comparación con el de 2010, con el poco amigable ambiente internacional y la crisis detonada por Wall Street. No pueden sustraerse a semejantes realidades, pero en ese marco trazan sus propios objetivos y son como un ejército que avanza según la estrategia definida.
Lo primero que surge del XVIII Congreso -junto con ese aspecto de la planificación e íntimamente ligada- es que China tiene un factor dirigente. Es el Partido Comunista, pese a todos los intentos realizados por Estados Unidos y sus aliados capitalistas para derrotar su sistema político. La última vez que estas fuerzas intentaron el derrocamiento del socialismo chino fue en junio de 1989, con el motín de Tiananmen, cuando se apoyaron en un sector de los estudiantes para tratar de abatir al gobierno. En Beijing les salió mal la jugada. En Berlín, en cambio, en noviembre de ese año lograron tirar abajo el Muro y el gobierno de la Alemania Democrática. Y luego cayó Moscú, entregada desde adentro por Mijail Gorbachov y Boris Yeltsin. En cambio Tiananmen siguió con las miles y miles de bicicletas yendo y viniendo, muchísimos autos, bastante polución pero con el mismo régimen político. Y la gran pancarta de Mao en la tribuna y entrada a la Ciudad Prohibida.


Notables avances.
El Secretario General hasta ahora es Hu Jintao, que completa dos períodos de cinco años y cederá ese lugar a Xi Jinping, quien en marzo del año próximo, cuando se reúna la Asamblea Nacional Popular, también será investido como presidente de la República Popular.
En estos diez años transcurridos, como en la década anterior bajo la batuta de Jiang Zemin, el país tuvo avances espectaculares en lo económico-social, así como logros en el plano político y su proyección internacional. A la vez, como reverso de esa brillante moneda, el gigante asiático no pudo sustraerse a los fenómenos negativos de la corrupción en parte de las administraciones nacional y de las provincias. Este y otro asunto grave, como la polarización social entre un número creciente de ricos y muchos otros chinos que apenas están saliendo de la pobreza, serán grandes desafíos para el nuevo liderazgo de Xi.
Sobre los avances en el último decenio cabría destacar que desplazó a Japón como segunda potencia mundial y que mantuvo tasas de crecimiento "chinas", del del 10 por ciento anual. Por eso pudo sacar a 150 millones de personas de la pobreza, en uno de los mejores rendimientos de países respecto a las Metas del Milenio promovidas por la ONU e incumplidas por la mayoría.
El brillo de los Juegos Olímpicos de 2008, ganados por los locales en Beijing, así como la colocación de los primeros astronautas en el espacio y el prestigio en los foros mundiales como el Movimiento de Países No Alineados o el "Grupo de los 77 más China", deben ser mensurados porque no fueron mero reflejo del mayor poderío económico.
Esos mayores acuerdos comerciales y políticos también se han verificado en Latinoamérica, considerado por EE UU como su propio "patio trasero". La mayor presencia de los asiáticos en esta región realimentó sentimientos de Washington en contra de China, pero también adversos respecto a los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil y otros que -como parte del mundo multipolar- tomaron decisiones soberanas en sus relaciones internacionales, sin pedir permiso al Norte.
Que un pueblo que hasta 1949 era de una mayoría de campesinos analfabetos y hoy pone naves tripuladas en el espacio con su propia tecnología, es una proeza del socialismo. También pasó en la URSS, país de mujiks que tuvo a Yuri Gagarin y Valentina Tereshkova.
Con el 13 por ciento de las tierras cultivables del planeta y el 7 por ciento de los recursos hídricos, China da de comer al 23 por ciento de la población mundial. El 23 por ciento es también la cuota mundial de sus internautas, por lo que ocupa el primer lugar. ¿Pueblo desinformado siendo el de mayor número de conexiones a la web y el de más cantidad de teléfonos celulares de todo el mundo?
El país de los ojos rasgados tiene sus dramas, como se reseñará. Pero sobresalen sus méritos y la superpotencia norteamericana venida a menos le tiene ojeriza. El Pentágono ha definido que el mayor desafío a su hegemonía está planteado en la región Asia-Pacífico. Allí empieza a concentrar sus bases y apuntar sus misiles. Adivine por qué.
En la China de 1.360 millones de personas, comenzaba el XVIII Congreso del Partido Comunista fundado en 1921 por medio centenar de militantes. Ahora son 82 millones de afiliados.
 Asuntos no resueltos.
Algunos problemas a debatir en este Congreso son de orden táctico. Verbigracia, cómo capear el temporal de la crisis mundial y retomar un alto crecimiento que permita duplicar el PBI en el 2020.
El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, en uno de los paneles de debate del evento, confirmó que "por impacto de la crisis de deuda soberana en Europa, la economía de China empezó a desacelerarse este año. Crecimos sólo 7.4 por ciento en el tercer trimestre de 2012", dijo Zhou, también delegado comunista.
Para ellos haber crecido 7,4 por ciento es como haber decrecido. Para Europa esa cifra sería un milagro chino.
Si hay un menor desarrollo, al menos en el comienzo del nuevo plan quinquenal, entonces habrá que distribuir mejor la riqueza socialmente producida, beneficiando más a las zonas interiores, sectores rurales y otras franjas de la población fuera del litoral este del país, donde hay mayor desarrollo industrial y de servicios, con más inversión del Estado y de empresas extranjeras. Estos son cuestiones más estratégicas, donde se juega el destino del socialismo.
En su discurso inaugural, el Secretario General saliente reiteró la vigencia de la "concepción científica del desarrollo" que él mismo había fundado en 2003. Sostenía que el crecimiento económico debía ir de la mano de resolver problemas tales como "el excesivo consumo de recursos, la grave contaminación medioambiental y la creciente brecha entre los ricos y los pobres".
Según muchas informaciones, esa brecha no disminuyó ni mucho menos dejó de existir. En parte porque el desarrollo de un "socialismo con peculiaridades chinas" empleó muchos recursos propios de una economía de mercado, con la consiguiente desigualdad de ingresos. Y en parte también porque, ligado a lo anterior, el vasto aparato del partido y del Estado fue permeado por el fenómeno de la corrupción. El saliente primer ministro Wen Jiabao, pidió una investigación judicial en su contra, luego de una denuncia de que él y su familia se habían enriquecido.
El país por donde sale el Sol no se anda con chiquitas a la hora de reaccionar ante la lacra de la corrupción. No hay impunidad. Han habido funcionarios juzgados y condenados por la justicia, incluso algunos fusilados por ese motivo.
La lista de desafíos para la nueva cúpula del PCCh, además de la prueba de eficacia en la función a desempeñar de ahora en más, incluye asuntos como la lucha contra la ralentización económica, el auge de la corrupción gubernamental y la creciente polarización social. Eso, además de las nubes de crisis y de guerra que hay en el mundo, por lo que aquellos insisten en la necesidad de un ambiente internacional pacífico.
¿Lo podrán lograr? Antecedentes, población, voluntad y cultura no les faltan. Y además cuentan con una herramienta política que no piensan abandonar. "Debemos otorgar gran importancia a la construcción sistémica, promover al máximo la fuerza del sistema político socialista y aprender de los logros políticos de otras sociedades. Sin embargo, jamás copiaremos el sistema político occidental", dijo Hu Jintao a los 2.300 delegados del XVIII Congreso. Los chinos no cambian de color. Y son 1.360 millones.