miércoles, 3 de agosto de 2011

Basta de discriminación por parte de la Fundación Gran Mariscal Ayacucho

La Fundación se ha convertido en una herramienta discriminatoria en contra de los estudiantes de la Especialización de Gestión Judicial que se lleva a cabo en los espacios de la Escuela Nacional de la Magistratura.

Por Antonio José Guevara. Estudiante de la Especialización de Gestión Judicial de la Escuela Nacional de la Magistratura

Es humillante el  trato por parte de quienes no han comprendido que el país viene desde hace una década sufriendo cambio profundos, en función de su autonomía e independencia y en el que no se ha desentrañado la importancia que tiene para la refundación de la república,  los nuevos egresados o profesionales que han deambulando dentro de los espacios que vienen a conformar la municipalización de la educación, a través de la implementación de la Misión Sucre como programa de punta del gobierno bolivariano, la cual se ha convertido en un hito para reinterpretar el nuevo país que queremos, en función de la Suprema Felicidad Social (Bolívar) y donde el estado bolivariano se ha convertido en la matriz principal para impulsar el nuevo proyecto bolivariano, en base a una nueva moral y ética socialista bolivariana que permita visualizar funcionarios honesto, eficientes…, que más que un altar de valores, exhiban una conducta moral en sus condiciones de vida, en la relación con sus semejantes y fundamentalmente en la vocación de servicios y es por ello que las instituciones públicas que se caracterizan por formar parte del estado, están obligadas a ser llamadas a convertirse en  el escenario ético por excelencia, donde se debe ir creando el germen que sirva de canal para la creación de una nueva moral colectiva que sólo puede ser alcanzada, mediante de la lucha por la transformación moral de la sociedad y el desarrollo de la espiritualidad de los que habitamos en este hermoso espacio de tierra que se llama Venezuela y en el que es necesario comprender la convicción de que si nosotros mismo no cambiamos, de nada valdría la utopía y mucho menos cambiar la realidad exterior (Proyecto Nacional Simón Bolívar -2007-. Primer Plan Socialista de la Nación. 2007-2003).

Decimo esto,  porque  ya  basta de utilizar las instituciones que se encuentran  dentro del Sistema Judicial Venezolano para discriminar a los egresados del Programa de Formación de Grado de Estudio Jurídicos de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), a los cuales  no los  absorben dentro de su planta de profesionales, sino que por el contrario, se les niegan esa posibilidad, en el que pareciera que se impusiera la “…confrontación en la transición, entre un viejo sistema (Capitalismo) que no ha terminado de fenecer, basado en el individualismo egoísta y en el afán de lucro desmedido, y un nuevo sistema (el Socialismo) que está naciendo y cuyos valores éticos , la solidaridad humana, la realización colectiva de la individualidad y la satisfacción racional de la necesidades fundamentales de hombres y mujeres, se abre paso hacia el corazón de nuestra Sociedad” Ibídem. Pp. 14), sino que además la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho se ha dado la tarea de ir contra los lineamientos del Poder Ejecutivo y retrasar  la ayuda que el Presidente Hugo Rafael Chávez fría había dispuesto como una mandato y  como un estímulo económico que permitiera favorecer a quienes participaran dentro de la especialización, pero nos encontramos con otra realidad, en el que la referida institución pública no se ha podido librar del  lastre capitalista de la subcultura de la corrupción como un medio acelerado para acumular el usufructo que producen el interés estos bienes que pudieran estar depositados en cualquier entidad bancaria de preferencia y que demuestra que quienes conforma su planta de mando no están ganado para poner todas sus potencialidades creativa en la configuración de una nueva consciencia socialista y por ello no les importa favorecer  la creación de una nueva institucionalidad cuyo valor supremo sea la práctica de la justicia y la equidad que frente a la dialéctica del derecho y la justicia  sean capaces de decidir por la justicia sin mirar las bases y los fundamentos que originaron del derecho.
Esto quiere decir, que ante esta amplitud de tolerancia que caracteriza la planta ejecutiva que integra la Fundación Gran Mariscal Ayacucho  que se caracteriza por lo diverso, hay un núcleo de hechos y antivalores ante lo que no se puede ser indiferente, ni tolerante, pues no es posible que a los estudiante de la Especialización de Gestión Judicial que se lleva a cabo en los espacios de la DEM, no se le haya desembolsado durante siete (07) meses el estimulo económico, y lo más preocupante, es que sigamos deambulando dentro una conducta que conlleva a crear un estado de cosas donde la impunidad se convierte en algo normal y aceptado por todos (retraso administrativo), en el que no se comprende que se hace necesario que dichos funcionarios cambien su actitud y comprendan que todos somos responsables de lo que ocurre en nuestro alrededores (Llamado corresponsabilidad Moral dentro del nuevo estado socialista que estamos creando), donde el ser social colectivo debe ser la característica más resaltante de dichos funcionarios, puesto que ésta, trasciende positivamente la individualidad para fundamentarse en el sentimiento de solidaridad y el desprendimiento personal. Es por ello que se debe comprender, que el nuevo proyecto socialista debe llevarnos a la construcción del hombre nuevo del Siglo XXI, donde le socialismo y hombre nuevo no deben de concebirse uno sin el otro y en el que se debe concebir  la conciencia y la moral, como los nuevos motores para dejar atrás la prehistoria y de una vez por toda, entrar al socialismo como una etapa de transición para consecución de la Suprema Felicidad Social.