martes, 6 de noviembre de 2012

La catástrofe gerencial

El individuo, el colectivo, la sociedad, una nación o país, el mundo, la civilización, o por antonomasia conceptual: una organización.

El individuo, el colectivo, la sociedad, una nación o país, el mundo, la civilización, o por antonomasia conceptual: una organización, que interactúa con las ciencias administrativas públicas-privadas o híbridas, se hunde gerencialmente de modo cíclico y progresivamente depreciado cuando hace un desorden naturalista que provee como costumbre y evita su rectificación en la siguiente sintomatología: incapacidad integral, desarticulación en lo más básico, despotenciación, difusión hemorrágica de supuestos logros o conquistas, filosofía personalísima sin planes permeables de comunicación, carencia casi antropológica de delegación o descentralización, ruptura de normativas-acuerdos o consensos, falta de horizontalización o nulidad de ella en las decisiones, manejo gerencial como clubes deportivos o festivos, estructuras meganepóticas contiguas a subestructuras de filiaciones implícitas, divorcio de cultura unitaria interna-externa o mixta para revaluar el liderazgo de proyectos hacia connotaciones positivas mundiales, despreocupación por el servicio de calidad y el conocimiento, cultura organizacional desinstitucionalizada, líneas medias y altas con superlativo halago monolítico a los jefes, creencia oligopólica de arbitrar-controlar y rectificar por el efecto espejo-sin injerencia funcional, ruptura de sinergia entre recursos-funciones y sistemas administrativos, sin cohesión interdepartamental e interorganizacional menos aún en eficacia internacional, crecimiento sin bienestar ni seguridad organizacional, imagen institucional basada sólo en estadísticas cuantitativas con ejecutorías negativas, privación a la religiosa planificación estratégica, desconfianza creciente del ambiente organizacional, ruptura y desactualización crónica de los contratos colectivos, falta de investigación científica administrativa sobre modelos-laboratorios en gestiones y ciencias gerenciales, proyectos administrativos en postergación e improvisación constante, prácticas administrativas hiperemocionales desde el poder organizacional. Lo correcto sería la disminución de estos factores en función de regenerar el índice de bienestar humano en un sujeto o en el orbe. Falta mucho por hacer, del Quijote, a la felicidad real.
                                       
Profesor UCV/Unimet
PUBLICADO POR Oscar Flores