He observado, sin analizar, el comportamiento de algunas personas en la calle. en estos días me tocó pagar con unas monedas de 100 BS. Unas galletas en un kiosco y tomar camioneta de transporte denominado: servicio público en Estado Varga, mi sorpresa fue que la muchacha del kiosco me dijo que no me la iba a vender, yo le dije que si hablaba en serio, pues era así. En la camioneta que tome hacia Caracas el ayudante se puso alzao, cuando le dije que sólo tenía monedas, me las acepto luego de que armo su berrinche, para que se enteraran los demás, algo así cómo queriéndome rayar, no entiendo, siendo gente de la misma clase social y estando en Venezuela donde la moneda oficial es el Bolívar, pues esto sucede.
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| La Revolución de los pueblos es Necesaria |
Se Observa que venta de productos con sobre precio muestra el incumplimiento de la normativa, además la agresividad de los conductores en la vía pública, la falta de humildad de camarografos en un canal que no nombré siendo servidores público olvidan la sencillez y la humildad. Igualmente el cobro de los servicios que debería ser gratuito, como por ejemplo; en una bomba de gasolina, te quieren cobrar por llenarte los cauchos del carrito. Menudencias para algunos, pequeños detalles para otros pero diferencias que forman y construyen una República para otros.
En algunos negocios no aceptaban tarjeta de débito, provocando con esto un ambiente de desconfianza por parte de los usuarios de los bancos. No seguiré con más detalles porque no me alcanzaría el espacio. Esto nos indica que estos fenómenos pueden ser analizados desde el punto de vista de la psicología social, la política, la religión o la filosofía.
Resumiendo: ¿Como se puede explicar la agresividad de algunos peatones, conductores, la especulación de la mayoría de los comerciantes, el mal trato que recibimos de servidores públicos y privados, el arrojar desechos sólidos en las vías públicas por parte de las empresas privadas y Estado, de algunas personas al ambiente?
Afirmo que la respuesta pueda estar en manos de la psicología social; por estrés colectivo que producen las ciudades, por el desarrollo de una cultura de la violencia por agentes foráneos. Quizás sea la política pública la que pueda manejar estos fenómenos. El querer salir de Chávez han propiciado un ambiente de impunidad para imponer una falta al deber social, en sentido común, o la falta de solidaridad, hermandad y sentido de pertenecía.
¿O será la religión? por la falta del amor al prójimo de algunos.
Oh será!, la filosofía que no pueda dar respuesta a este fenómeno.
Fuente: Politólogo. Juan Carlos Quijada Suárez. C.I.10.630.976
quijadajuanc1@gmail.com
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